La ansiedad puede producir todo un abanico de trastornos psicosomáticos, entre los que cabe destacar:
– Trastornos del sueño.
– Trastornos sexuales.
– Trastornos cardiovasculares (enfermedad coronaria, hipertensión, arritmias…)
– Trastornos digestivos (intestino irritable, úlcera de estómago…)
– Trastornos respiratorios (asma).
– Trastornos dermatológicos (psoriasis, acné, eczema, herpes…).
– Dolor crónico.
– Infertilidad.
– Cefaleas tensionales.
– Alteraciones del sistema inmunitario (inmunodeficiencias, artritis reumatoide, lupus, cáncer…).
– Problemas relacionados con el rendimiento (académico o laboral).